A las afueras de la ciudad sobre las diez de la noche, en ausencia de vecindario cercano, en casa y en familia.
Mi hija preparándose en su cuarto para dormir. Mi hijo en el baño , dándose una ducha . Yo , manteniendo con mi marido una conversación cuando de repente , algo sucedió que nos dejó ...Helados a los dos pues los niños no se habían percatado de lo sucedido ...Aún.
Un objeto se deslizó por la ventana del salón. Algo sutil y blanco que cayó al suelo sin el menor ruido.
Nos miramos los dos con gesto de sorpresa e incredulidad. Nos acercamos para coger el intruso mostrando curiosidad hacia el mismo. Al cogerlo con las manos , observamos con desconcierto , de qué se trataba. Era un papel cuadriculado, blanco y doblado dos veces. Al abrirlo comprobamos que en el estaban los trazos de un dibujo partido en cuatro viñetas y hasta coloreado, parecía un dibujo infantil.
Miré rápidamente por la ventana y en la oscuridad de la noche, bajo una tenue luz que alumbraban unas pequeñas lamparitas en la fachada de la casa, sólo pude distinguir , el viejo perro que tenemos de guardián que venía de vuelta de la zona donde se encuentra una pequeña puerta de aluminio, disimulada entre los pinos de jardín que se inclinaban de un lugar a otro a causa del fuerte viento que reinaba en ese momento . La puerta se encontraba en su posición inicial, o sea , cerrada.
Le dije a mi marido, no digas nada, espera , que los niños no se enteren de lo sucedido, pues sobre todo mi hijo, es muy miedoso y ya no quería infundirle más temor evitándolo hasta que se resolviera la situación.
Quité los cerrojos de la puerta y cerré tras de mi , me disponía a salir de dudas respecto a esta situación intentando averiguar ( si aún estaba a tiempo ) quien había sido el responsable de aquello.
Junto a la puerta de aluminio , con un frío que quemaba y bajo el silencio de la noche grité :
¡¡ Ven quien quiera que seas !! ¡ Ven si eres valiente a decirme a la cara lo que quieres en vez de en papel ! Ven Hi..de p.. ! ¡ Cobarde !... Esperé , esperé y nada, silencio, nada se veía sólo oscuridad ; me dirigí hacia el otro extremo del porche pensativa, pasaba por mi cabeza todo lo que haría en ese momento si pudiera enfrentarme con quien quiera que fuera el individuo.
De pronto , oí al perro ladrar con insistencia junto a mi viendo cómo se acercaba corriendo hasta la disimulada y apartada ahora , puerta de aluminio. Me volví y pude comprobar cómo una figura humana se acercaba hacia mí de entre la oscuridad, alto , delgado y a mucha velocidad, con nerviosismo. Mientras se acercaba mis piernas temblaban cada vez más, pude distinguir a una persona masculina, parecía que vestía con ropa deportiva y en la cabeza , parecía que era su pelo, su pelo muy negro y corto.
Me hablaba mientras se acercaba y su voz me resultaba familiar; cuando casi a mi altura pude ver con sorpresa de quien se trataba. ¡ Dios santo ! Era un compañero del cole de mi hijo , Alberto, pero no comprendía qué hacía allí, a esas horas y quién lo había podido llevar pues sólo cuenta con doce años de edad.
Me explicaba atropelladamente lo sucedido días atrás entre él y mi hijo, yo no sabía de qué me hablaba mi mente estaba tan compungida y atrofiada en ese momento que no podía poner orden a todo aquello.
Resulta que Alberto es un niño muy envidioso, siempre tiene problemas en el cole con sus compañeros pues quiere ser mejor que todos ellos. Con mi hijo ya habían tenido unos pequeños percances supuestamente , sin importancia, cosa de niños en mi opinión. Me explicaba que en el dibujo que había hecho sobre el papel cuadriculado y esmeradamente coloreado, quería hacer ver lo ocurrido entre ellos días atrás ( como si de un tebeo se tratara, con viñetas) paso a paso y queriendo dejar claro que asumía su culpa sobre lo sucedido ; lo había hablado con su padre y este comprendió que quisiera arreglarlo llevando a su hijo hasta la casa del mío para arreglarlo...Este lo esperaba fuera, al otro lado de la puerta de aluminio pues su hijo quería dar la cara solo, " con valentía " y disculparse ante él.
Tras la explicación y después de que mi marido ya hubiera visto a través de la ventana ( por expreso deseo mío ) lo sucedido, nos dispusimos a ir donde se encontraba su padre esperándolo y dejar zanjada la cuestión.
Ahora comprendía ( gracias a los dibujos del papel y la explicación de Alberto ) el por qué el estado de ánimo de mi hijo de días atrás cuando lo recogí a la salida del colegio. Una actitud en él extraña, como nunca antes lo había visto, se saltó la comida y sólo quería estar solo sin tener ganas de hablar conmigo ( como otras veces ). Sólo quería estar solo , me decía.
Son las dos de la madrugada y me he despertado agitadamente y con un fuerte dolor de cabeza. No podía dejar de pensar en la pesadilla que había hecho que me despertara de forma violenta , tan claro recordaba todo y tanto me había afectado que pensé en prepararme algo caliente y disponerme a compartirlo con vosotros . Espero haber podido expresar con claridad todo el temor y la tensión a la que me he visto expuesta yo esta noche, intentando dar todos los detalles tal y como yo los he vivido en esta pesadilla... Hacía mucho que no tenía ninguna y me impactó por la realidad en que la he vivido.
M.J.
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