CAPÍTULO V

      


Es la historia en la que alguien , en una ocasión , me comentó:
Imagina,  una burbuja .
Imagina,  que estás en un mundo sin sonido.
Imagina, que es un  mundo a parte y sin sonido en el que sólo se puede ver a la gente y sentir a través de una pared el calor humano...Imagina que ahí, tan desplazada, tan solitaria, enclaustrada , presa y apartada del mundo te encuentras tú...En  la  burbuja.


  Y esta persona me  pregunta:
Recuerda  la sensación que se siente cuando estás buceando , aunque  sólo sea a unos  pocos metros  por  debajo de la  superficie acuática. ¿Lo sientes ? Estás solo/a; tú, tu cuerpo y tu mente. Una sensación única, si no la has probado... Hazlo,  merece la pena. 
Te sientes ...Como si formaras parte de ese medio , como si nada más en la Tierra existiera ni importase , salvo ese preciso instante en el que te encuentras . 


  ¿Tendrá algo que ver con nuestro inicio en la vida , allá en el vientre materno  sumergidos en el líquido amniótico ?  Fué y será  el único lugar que hemos  tenido y  tendremos en toda nuestra vida, en el que nos sentimos completamente a salvo , en paz, relax total , ignorando cualquier peligro , cualquier mal ajeno a nosotros; el más beneficioso y placentero  estado mental y  corporal. 
  
  Sumergirse   y dejarse llevar , es lo más parecido  a ese estado   fetal.

   Y os preguntaréis ¿ A qué viene esto? Es una forma de explicar para poder entender, lo que viene después.

M.J.


                     












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