ahora adivino , el destino que tenía escrito, para el final de mi camino.
Yo ...Me dejo llevar ¿ Por qué?
¿Tan necesitada está mi alma que me hacen dudar?
Siento , a la vez, ilusión , inconscientemente por esta sensación.
Aún así, no veo el sol,
ni el arco iris,
ni el mundo entero, ni su color.
Doy lástima y pena por ello y no quiero hacer sentir así , puesto que hacen llegar hasta mí esos rayitos de luz que entran por mis ventanas, la energía que saben necesita este cuerpo mío , para la lucha diaria contra esa maldita rutina y mala compañera , llamada soledad . Como un regalo , que al abrirlo, me ayudará a ver la luz que los cristales de mis ventanas empañadas, me impiden admirar.
Se ahogan mis gritos con tus palabras, bendito corazón mensajero.
¿Qué sería de mí , si no salieran de su cárcel hostíl, los lamentos que una triste noche, yo, te confié a tí ?
Marijose
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