CAPÍTULO VI

De madrugada... Cuando el silencio de la noche te invade y escuchas  su lenguaje es entonces cuando los sentidos y recuerdos inundan mi alma.

Recordando aquella historia contada por alguien al atardecer  en un banco de madera en una sierra cercana. Recuerdo como empezó...

  La protagonista de la historia que continúa aquí-en este capítulo-  se  disponía  a dar un paseo con sus hijos al bajar el cálido sol de una tarde de verano. Guapos , fresquitos después de un  relajante baño y acicalados  por el esmero de su madre.

Fue un paseo  bonito, fuera de las cuatro paredes que les mantenían al resguardo de un abrasador sol estival.Pasadas unas horas , volvieron a  su hogar  -como siempre los tres , sin la compañía de la figura paterna- pues era la hora de la cena .

Buscando las llaves en el bolso de mamá, se percataron de algo inaudito, algo extraño que  no  sabían muy bien  de donde procedía. Seguídamente , mientras entraba la llave  en la cerradura de la puerta de casa, un fuerte olor a humo   se introducía en los orificios olfativos de estas dos personitas y de  su mamá.

La puerta se abrió y...  ¡¡Qué horror !! El interior de la casa no se veía por el humo que había en ella.

Mamá no sabía qué hacer pues era peligroso entrar dentro  con los niños , por la intoxicación por  inhalación , entre otras cosas, y tampoco quería dejarles solos fuera pues eran muy pequeños.

Mamá se armó de valor, de un valor que siempre puso en duda que lo tuviera y entró dentro para sofocar  el fuego que  difícilmente avistó de entre todo aquel ambiente cubierto de  el humo que dejaba el ardor  de las llamas.

Cubriéndose la boca con  su misma ropa,  llegó al foco del incendio -en el salón- provocado por un cortocircuito en el cable de la electricidad que daba calor a un terráneo que hubicaba a una higuana , mascota de uno de sus hijos, la cual , sorprendentemente aún estaba viva aunque  se había vuelto loca  dentro de su hábitat provisional.

Intentó apagar el fuego rápidamente con  unas toallas, lo cual  no  evitó que el fuego fuera  a más.   Tras tanto nerviosismo frente a lo ocurrido , no pensó más que en el agua, el agua evitaría que se propagara  sin pensar en esos momentos de tensión, en desenchufar los cables que aún estaban  conectados al enchufe  y podría haber ocasionado una desgracia mayor , sofocando por fin , las llamas que se habían apoderado de su casa.

Sola, sola ante una adversidad más del destino que aún no se explica el por qué este destino las pone en su camino.Otro golpe más para una  débil mujer  que, a pesar de todo sigue en pie no sin antes pasar por una época  de declive  y llena de lagunas en su mente que hicieron  que se borrara de su subconsciente,  recuerdos y vivencias pasadas, anuladas por las situaciones  por las que tuvo que atravesar.

 P.D.=  PRÓXIMO CAPÍTULO :  LIBRO VII  ( Intentando salir de ese pozo en el que  se veía sumergida y sin la ayuda y apoyo de quien tenía más cerca...Su pareja) .

M.J.